martes, 19 de julio de 2011

ELABORACIÓN DE UN BIODIGESTOR

PRIMERA PARTE:
http://www.youtube.com/watch?v=D9US5eal0P8&feature=related

SEGUNDA PARTE:
http://www.youtube.com/watch?v=rXN44YDYQ6g&feature=related

BREVE ANALISIS SOBRE LA CONSTRUCCIÓN DE UN BIODIGESTOR

La construcción de biodigestores es una alternativa ecológica que busca la utilización de desechos orgánicos (Excretas) como el estiércol entre otras heces fecales afín de generar combustible para la satisfacción de las necesidades energéticas que presentan comunidades, grupos o instituciones y así disminuir la contaminación ambiental.
Este proyecto va dirigido a diferentes puestos que por diferentes factores se les dificulta la consecución de combustible, convirtiéndose este problema en una de las debilidades logísticas de las instituciones.
Esta propuesta favorece a todos los puestos destacados de instituciones las cuales se encuentran ubicadas en diferentes zonas a lo largo y ancho del país, y que carecen de mecanismo rápido y eficiente para la consecución de combustibles fundamentalmente para la preparación de alimentos.
Nuestra intención es lograr es que todos los puestos destacados puedan construir su biodigestor y así contribuir a la presentación del medio ambiente a la adecuada utilización de los recursos orgánicos.

IMAGENES DE UNA ELABORACIÓN DEL BIODIGESTOR



El camino de la biodigestión Ambiente y tecnología socialmente apropiada

Eduardo S. Groppelli
Orlando A. Giampaoli
Ediciones
Universidad Nacional del Litoral – PROTEGER
190 páginas
Argentina, enero 2007 (3ra. edición)
“¿Hay opciones realistas frente al canto de sirenas del consumismo irresponsable y el productivismo megalomaníaco acuñados en los siglos XIX y XX? ¿Existen tecnologías viables, social y ambientalmente apropiadas? ¿Es posible que su uso se difunda dando alivio a millones de personas y a naciones enteras que hoy no tienen esperanza?”, sobre estas preguntas reflexiona Jorge Cappato en el prólogo al libro escrito por los ingenieros Eduardo Groppelli y Orlando Giampaoli, titulado “Ambiente y tecnología socialmente apropiada: el camino de la biodigestión”.
Didácticamente ilustrado con esquemas, dibujos y fotos, el texto de 190 páginas editado por el Centro de Publicaciones de la UNL y la Fundación Proteger, pone en mano de los interesados en la producción de energía y abono orgánico todas las claves necesarias para el diseño y construcción de biodigestores en varias escalas: desde la familiar rural, para explotaciones agropecuarias (como tambos, criaderos de aves y cerdos) hasta la orientada para el uso en pequeños y medianos municipios y comunas.
En el camino de hallar una solución al problema de la basura y simultáneamente producir energía limpia, dos puntos clave para acceder a un mundo sustentable, el ingeniero Eduardo Groppelli, alma mater de los autores de este libro, instaló en 1993 un biodigestor en la escuela rural de Los Cerrillos, que alimenta las hornallas de la cocina del comedor escolar. Otro tanto hizo en Alto Verde en 1995, donde el biodigestor instalado permite cocinar la comida para 400 chicos por día, ahorrando innumerables tubos de gas envasado y el consiguiente gasto de recursos económicos. En octubre de ese mismo año, otro biodigestor, instalado en Monte Vera, empieza a utilizar por primera vez residuos urbanos recolectados en forma selectiva por los vecinos que separan la parte orgánica de la basura; el biogás usado para el criadero avícola, permitió ahorrar dinero antes destinado a comprar gas en garrafas.
Desde entonces más de veinte instalaciones demostrativas han sido colocadas en guarderías infantiles, hogares, centros comunitarios y comedores escolares en las provincias de Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba y San Juan.
En 1999 en Gobernador Crespo, Groppelli concluye el montaje de la primera planta en el país para tratamiento de residuos sólidos urbanos mediante un biodigestor de 150 metros cúbicos con producción de biogás para una población de diez mil habitantes. Actualmente se construye un biodigestor para procesar la basura orgánica de los 800 pobladores de Emilia, produciéndose biogás con destino a la elaboración de alimentos en la escuela agrotécnica de esa comuna típica del campo santafesino.
A partir de esta experiencia se fue gestando este libro como una herramienta, un ejemplo práctico de que la tecnología socialmente apropiada funciona y puede ser adoptada, construida y mantenida por las propias comunidades que la necesitan para cubrir sus necesidades y mejorar sus condiciones de vida.
“Acabamos de entrar en el siglo de la escasez. Los que despilfarran irresponsablemente no podrán hacerlo por mucho más tiempo, como no podrán aferrarse a los actuales estilos de hiperconsumo insostenible. El camino hacia la sustentabilidad se construye hoy en pequeños pueblos y ciudades, donde el horizonte todavía es visible. Donde todavía se conserva la cultura del trabajo, del amor propio, del respeto hacia el ambiente común, del valor de lo que producimos con nuestras propias manos’’.
Motivar a más personas y comunidades para construir e instalar biodigestores e interesarse por la tecnología socialmente apropiada, es el máximo objetivo de los autores que aportan una valiosa semilla a esta simiente.
por Rosa Gronda
Diario El Litoral, Santa Fe, 8 de diciembre 2001

¿QUE ES UN BIODIGESTOR?

Un digestor de desechos orgánicos o biodigestor es, en su forma más simple, un contenedor cerrado, hermético e impermeable (llamado reactor), dentro del cual se deposita el material orgánico a fermentar (excrementos de animales y humanos, desechos vegetales-no se incluyen cítricos ya que acidifican-, etcétera) en determinada dilución de agua para que a través de la fermentación anaerobia se produzca gas metano y fertilizantes orgánicos ricos en nitrógeno, fósforo y potasio, y además, se disminuya el potencial contaminante de los excrementos.
Este sistema también puede incluir una cámara de carga y nivelación del agua residual antes del reactor, un dispositivo para captar y almacenar el biogás y cámaras de hidropresión y postratamiento (filtro y piedras, de algas, secado, entre otros) a la salida del reactor.
El fenómeno de biodigestión ocurre porque existe un grupo de microorganismos bacterianos anaeróbicos presentes en el material fecal que, al actuar sobre los desechos orgánicos de origen vegetal y animal, producen una mezcla de gases con alto contenido de metano (CH4) llamada biogás, que es utilizado como combustible. Como resultado de este proceso genera residuos con un alto grado de concentración de nutrientes y materia orgánica (ideales como fertilizantes) que pueden ser aplicados frescos, pues el tratamiento anaerobio elimina los malos olores y la proliferación de moscas.
Una de las características mas importantes de la biodigestión es que disminuye el potencial contaminante de los excrementos de origen animal y humano, disminuyendo la Demanda Química de Oxigeno DQO y la Demanda Biológica de Oxígeno DBO hasta en un 90% (dependiendo de las condiciones de diseño y operación).
Se deben controlar ciertas condiciones pH, presión y temperatura a fin de que se pueda obtener un óptimo rendimiento.
El biodigestor es un sistema sencillo de implementar con materiales económicos y se está introduciendo en comunidades rurales aisladas y de países subdesarrollados para obtener el doble beneficio de conseguir solventar la problemática energética-ambiental, así como realizar un adecuado manejo de los residuos tanto humanos como animales.
  
Un biodigestor es un sistema natural y ecologico que aprovecha la digestión anaeróbica (en ausencia de oxígeno) de las bacterias para transformar el estiercol en biogás y fertilizante. El biogás puede ser empleado como combustible en las cocinas, o iluminación, y en grandes instalaciones se puede utilizar para alimentar un motor que genere energía eléctrica. El fertilizante, llamado biol, inicialmente se ha considerado un producto secundario, pero actualmente se esta considerando de la misma importancia, o mayor, que el biogás ya que provee un fertilizante natural que mejora fuertemente el rendimiento de las cosechas.
Son tres los límites básicos de los biodigestores: la disponibilidad de agua para hacer la mezcla con el estiércol que será introducida en el biodigestor, la cantidad de ganado que posea la familia (tres vacas son suficientes) y la apropiación de la tecnología por parte de la familia.

Tipos de biodigestores

Los biodigestores se clasifican en dos grandes tipos de Flujo Discontinuo y de Flujo Continuo.

Biodigestores de flujo discontinuo

La carga de la totalidad del material a fermentar se hace al inicio del proceso y la descarga del efluente se hace al finalizar el proceso; por lo general requieren de mayor mano de obra y de un espacio para almacenar la materia prima si esta se produce continuamente y de un deposito de gas (debido a la gran variación en la cantidad de gas producido durante el proceso, teniendo su pico en la fase media de este)o fuentes alternativas para suplirlo.

Biodigestores de flujo continuo

La carga del material a fermentar y la descarga del efluente se realiza de manera continua o por pequeños baches (ej. una vez al dia, cada 12 horas) durante el proceso, que se extiende indefinidamente a través del tiempo; por lo general requieren de menos mano de obra, pero de una mezcla mas fluida o movilizada de manera mecánica y de un deposito de gas (si este no se utiliza en su totalidad de manera continua).Existen tres clases de biodigestores de flujo continuo.
  1. De cúpula fija
  2. De cúpula móvil
  3. De salchicha , Taiwan, CIPAV o biodigestores familiares de bajo costo